¿HIPOTECA FIJA O VARIABLE?
30 de junio de 2021
/
Ningún comentario
Después de encontrar la casa de nuestros sueños, o al menos aquella que podemos permitirnos, toca elegir el tipo de financiación con la que se va a pagar. ¿Hipoteca fija o variable? Ese es el gran dilema de todos a la hora de ir a firmar una hipoteca al banco. Lo primero de todo es entender en qué consiste cada una: -LA HIPOTECA FIJA es un tipo de hipoteca en la que se aplica el mismo tipo de interés durante toda la vida del préstamo, por lo que la cuota mensual a pagar siempre va a ser la misma. El banco ofrece el préstamo hipotecario a un tipo de interés fijo que no depende de ningún índice de referencia, por lo que las cuotas mensuales no aumentarán ni disminuirán como consecuencia de las fluctuaciones de los mercados financieros. -LA HIPOTECA VARIABLE es un tipo de hipoteca donde el importe de las cuotas mensuales a pagar varían en función de las fluctuaciones del índice de referencia, que normalmente suele ser el Euribor. Lo habitual es que se aplique el dato del euríbor del mes en el que se firma la hipoteca y que cada seis meses se haga una revisión y se actualice el tipo de interés en función del último valor del euríbor. Si ninguna de las dos alternativas os convence, existe un tercer tipo que es la HIPOTECA MIXTA. Esta combina el funcionamiento de la fija y la variable, es decir, durante los 10 primeros años de hipoteca se paga una cuota mensual fija, por ejemplo, y durante el resto del plazo hasta su vencimiento se aplica un tipo de interés variable. Ahora mismo, las ofertas a tipo fijo son las mejores de la historia, ya que el Euribor lleva 23 meses de tasas negativas y cerró el año 2017 en el -0.19% de mínimos históricos. Sin embargo, se prevé que para el año 2019 los tipos de interés aumenten, ya que el precio del dinero volverá a subir. ¿Cómo elegir mi mejor opción? Como regla general, no hay verdades absolutas, aunque los expertos están de acuerdo en que para no equivocarse hay que tener en cuenta tres variables principalmente: el plazo de préstamos, las expectativas de ingresos y el nivel de tolerancia a una subida rápida de los tipos de interés. Los especialistas también creen que la hipoteca a tipo fijo está especialmente indicada para plazos cortos, que no superen como mucho los 20 años. También es especialmente recomendable para aquellas personas que creen que pueden pagar en un plazo relativamente corto de tiempo, que no quieren afrontar el riesgo de una subida de tipos (pagarán siempre lo mismo durante toda la vida del préstamo) y que creen que sus ingresos se mantendrán estables en el tiempo. El préstamo variable, más barato de partida, permite ampliar el plazo hasta los 40 años. Por lo que, los compradores tienen más posibilidades de amoldar su letra mensual a sus condiciones económicas actuales. Además, hay que tener en cuenta que en las hipotecas variables se amortiza capital más rápidamente en los primeros años, por lo que se amortigua más el potencial impacto de una subida de tipos. Lo único que tenemos claro, es que cada hipoteca es diferente y las necesidades de cada uno también. Sin embargo, hay que tener en cuenta que con la nueva Ley Hipotecaria a partir de ahora será más fácil traspasar una hipoteca variable a la modalidad de fija.